El DHS (Department of Homeland Security) y el gobierno federal apoyan plenamente el acceso equitativo a las vacunas para la COVID-19 y a los sitios de distribución de vacunas para inmigrantes indocumentados. Es un imperativo moral y de salud pública garantizar que todas las personas que residen en los Estados Unidos tengan acceso a la vacuna. El DHS alienta a todas las personas, independientemente de su estatus migratorio, a recibir la vacuna COVID-19 una vez que sean elegibles según las pautas de distribución local.
Dentro de su respuesta al COVID-19, el DHS lleva a cabo su misión incluyendo todas las áreas, sin discriminación por motivos de raza, etnia, nacionalidad u cualquier otra clase protegida, y de conformidad con la ley y los reglamentos. Además, el DHS apoya la distribución equitativa y eficiente de la vacuna para la COVID-19 a todas las poblaciones, incluidas las comunidades históricamente desatendidas.
Para llegar a las comunidades rurales y desatendidas, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), en colaboración con aliados federales, coordinará esfuerzos para establecer y mantener instalaciones fijas, sitios de vacunación temporales y clínicas de vacunación móviles. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. No realizarán operaciones en o cerca de los sitios de distribución de vacunas. Esto de acuerdo con la política de larga data del ICE para ubicaciones sensibles, la agencia no realiza ni llevará a cabo operaciones en o cerca de las instalaciones de atención médica, como hospitales, consultorios médicos, clínicas de salud acreditadas e instalaciones de atención de emergencia o urgencias, excepto en la más extraordinaria de las circunstancias.
El DHS se compromete a garantizar que todas las personas que necesiten una vacuna puedan recibirla, independientemente de su estatus migratorio.